Los libros no sólo han servido de inspiración o material de fusil para el cine, también han sido actores principales

Julio Cortázar opina que un buen cuento es el que logra un "secuestro momentáneo del lector". Tiene razón, como puede constatarlo cualquiera que se haya sumergido en la lectura mientras "eso que llamamos realidad" (palabras de Borges) se va desdibujando. Pero ¿y si la metáfora del secuestro es más que ésta? ¿Y si un libro es en verdad el umbral que nos conduce a universos paralelos o el catalizador que nos precipita hacia un mundo alucinante? Algunas de las respuestas posibles están en películas donde los libros tienen papeles protagónicos, y la frase "fundirse con la página" debe tomarse muy, pero muy en serio.

He aquí el recuento de los libros protagonistas más memorables:

1. SE SOLICITA LECTOR PARA SALVAR AL MUNDO
Un niño solitario llamado Bastián Baltasar Bux lee en un desván. Su libro cuenta que el reino de Fantasia -donde viven los seres creados por la imaginación humana- está siendo devorado por la Nada (así, con una nihilista ene mayúscula). Bastián descubre que él forma parte de la historia y que las criaturas de Fantasia necesitan su ayuda para seguir existiendo. Esta efectiva alegoría acerca del acto de leer (¿pues quién, sino el lector, da vida a los mundos de los libros?) se vuelve una gran aventura cuando el chico viaja a Fantasia y conoce a su álter ego, el guerrero Atreyu. Lo mejor de la película La historia sin fin (Wolfgang Petersen, 1984) está en unos efectos especiales sorprendentes para su época, aunque varios "fantasios" parezcan prófugos de los Muppets. Lo peor puede resumirse así: es una adaptación incompleta y condescendiente de la novela de Michael Ende. Hay mucho que decir acerca de la tormentosa relación entre los libros y sus adaptaciones a la pantalla, pero como diría el mismo Ende: "ésa es una historia diferente y tendrá que ser contada en otra ocasión".

2. "LÉEME... LÉEME"
Cuando Mo Silvertongue Folchart lee en voz alta, los personajes se salen de la ficción y se integran a nuestro mundo. Este talento es muy útil para materializar unicornios, caperucitas rojas y monos voladores, pero sobre todo para borrar de un plumazo la noción de que los lectores son nerds antisociales. Por si alguien dudara aún que "leer es peligroso y emocionante", el Silvertongue (o "Lengua de brujo") de la película El libro mágico (Iain Softley, 2008) es Brendan Fraser, o sea, George de la Selva. Lástima que la peli esté muy lejos de emular la magia de la exitosa serie Corazón de tinta, de Cornelia Funke. Gracias a autores como J.K. Rowling, Stephenie Meyer y la misma Funke, leer se ha vuelto cool entre los adolescentes. Esta película les da nuevas razones para explicar a sus amigos no-lectores de cuántas cosas se pierden por ser alérgicos a la letra impresa.

3. "NADIE LO HUBIERA SOSPECHADO..."
Cierta mañana, Harold Crick empieza a escuchar una voz en off que narra su propia vida. No lo consuela que la narración esté en un elegante inglés británico -el de Emma Thompson-, pues la voz descarnada sólo puede significar dos cosas: a) Crick es un esquizofrénico desmecatado y b) Crick es un ente de ficción. Tras descartar la primera opción, nuestro personaje se lanza en busca de su autora para confrontarla y recuperar el control de su destino y evitar que lo mate. Aunque la premisa no es nueva, la película Más extraño que la ficción (Marc Forster, 2006) logra buenos sobresaltos metaficcionales en lo que averiguamos si el pobre Crick (Will Ferrell) está atrapado dentro de una comedia o una tragedia. Vale la pena destacar el papel de Dustin Hoffman como el crítico literario cuya chamba resulta cuestión de vida o muerte.

4. OTRA A FAVOR DEL ANALFABETISMO
¿Qué pasa cuando mezclas cinco adolescentes, una cabaña en medio del bosque, un libro antiguo y una grabación con voces al revés? Te sale El despertar del diablo (Evil Dead, Sam Raimi, 1982), una película que repasa con humor -a veces voluntario- todos los clichés de su género. Aquí, el libro maldito que desencadena las matanzas es un ejemplar de El Necromicón o Libro de los muertos, cuyo siniestro poder consiste en convertir a sus lectores en zombis. Igualito que mis libros de texto de la secundaria.

5. FAN FROM HELL O AMORES PERRÍSIMOS
Dicen que don Quijote enloqueció por leer tanto, pero para lectores orates nadie le gana a Annie Wilkes. Si no les suena el nombre, evoquen el rostro de Kathy Bates en Misery (Rob Reiner,1990). La trama resulta escalofriante: el escritor Paul Sheldon (James Caan) choca en una tormenta de nieve y es rescatado por la ex enfermera Annie, quien declara ser su fan número uno. Por desgracia, Annie descubre que Sheldon "asesinó" a Misery Chastaine -la heroína de sus libros- y decide hacer algo al respecto. "Algo", en su enferma cabecita retorcida, incluye dejar tullido al escritor y torturarlo para que cambie el destino de su personaje. Uf, más valía atacar molinos de viento...

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FUENTE:CINEMANIA

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